viernes, 20 de julio de 2012

Agua

Me siento cerca de un salto de agua, le susurro lo que no me gusta y su música se lo lleva. Después me regala historias, de las que recoge en su caudal, para que haga con ellas lo que quiera. Me gusta cuando el cieno se introduce entre los dedos de mi pies, tocar el musgo del fondo del río. Y el agua fría. Me encanta. Buceo, como una culebra, sin tiempo. 

He vuelto a beber agua virgen del manantial, un manjar, y a recoger plumas huérfanas en el camino de vuelta. El sol sienta muy bien, es como si derritiese una fina capa de cera pálida y mi piel se ha vuelto a tostar después del invierno. Siento cómo el aire limpia mi cabeza, la vacía y se llena de con él. Por la noche se ven todas las estrellas, con su máxima definición. Tienen pulso.




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