martes, 7 de febrero de 2012

Miel amarga

Lo siguiente no es ficción, no soy capaz de inventar cuentos fatales. Es una situación escarbada en mi memoria. Los detalles los limó el escaso tiempo y es por eso que no la describo en su explícita totalidad.


Consiguió enamorarme con una palabra. O dos, la segunda no la recuerdo, la primera fue su nombre. Su tímida voz. Me quedé con la mente en blanco. Un apretón de manos. Las hormonas hicieron el resto y me emborraron hasta día de hoy. Nunca me volvió a tocar. Reconocí sus ojos sin dificultad, puede que los recuerde de alguna vida anterior. Ahora lo sé porque aparecen entre mis dibujos más antiguos a lápiz, a carboncillo, con acuarela, con lápices de color. Pero entonces no sabía nada. El escalofrío era evidente, tragué saliva y me supo a miel amarga, se me erizó la piel, el aire alborotó su pelo, su olor me quebró la cabeza, mis rodillas se tensaron y noté algo en la sangre, cómo si un petardo me explotara en el pecho y me la contaminara de fuegos artificiales. El flechazo fue algo muy extraño, magia y esta vez yo no era el mago. Lo siguiente era miedo o impotencia. Por desgracia, para disimular ese terremoto interno, usé las preguntas y diálogos más banales que jamás produjo mi intelecto y aparenté ser un estúpido, también para siempre.


Todavía hoy me intimida y me quedo sin voz. Literal y conscientemente me bloquea. Finjo indiferencia. Pero en realidad ya hemos coincidido en sueños, eso me preocupa. Me puse a investigar (que es uno de mis dones). Averigüé lo poco que ve la televisión, lo que le gusta el diseño, la moda, me gusta la música que le gusta, leemos los mismos libros y estuve en su casa, incluso conseguí su número de teléfono. No dejé huella, en un sueño aprendí a andar en espíritu, aunque esa es otra historia. Pero me arrepiento, Internet es cruel, descubrí demasiado y esta vez la miel recorrió mi garganta en sentido contrario aún más amarga. Por ahora no es para mí. Espero que coincidamos en una próxima vida, yo en ésta me doy por vencido. Me pregunto quién pensó el guión, debe estar bastante enfermo.


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1 comentario:

  1. Me ha cautivado este cúmulo de sentimientos. Me gusta como escribes!

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